Una de las cosas que más diseñamos en el estudio son cocinas. Creo que a esta altura después de tantos años considero que tengo un máster en este tema 🤣. Y, como mi pasión son los espacios chicos hoy te quiero dar 7 claves para resolver la cocina de tus sueños en pocos metros.
1.Contemplá todo lo que vayas a necesitar.
No me canso de repetir este punto en cada posteo. Armate una lista detallada de todo lo que vas a querer guardar en tu cocina. De esta forma vas a evitarte cosas dando vueltas que no sabés dónde esconder o (peor) viven sobre tu mesada y las tenés que estar reacomodando constantemente. Y cuando digo todo es todo: esa fábrica de pan que tenés en una caja, los 30 frascos de especias, el dispenser de agua. Y si estás pensando en incorporar nuevos utensilios o electrodomésticos (por más que no lo hagas en el corto plazo) también, anotalos.
2.Elegí electrodomésticos que te vayan a servir A VOS.
Horno, anafe, heladera, microondas: todo viene en diferentes tipos y tamaños. ¡Elegí lo que más se adapte a vos! Este punto es sumamente importante, porque me encuentro con muchos clientes que en lugar de pensar espacios para ellos mismos en su día a día, los piensan para las 20 personas que reciben en navidad. Y esto, cuando hablamos de espacios pequeños puede ser peligrosísimo.
Por ejemplo: el anafe tradicional es de 4 hornallas, pero si no sos de preparar varias comidas a la vez, podés optar por uno doble, o hasta simple. Lo mismo para el horno: por default seguramente estés pensando en un horno empotrable o cocina a gas, pero si vivís solo/a o en pareja podés optar por uno pequeño eléctrico (del tamaño de un microondas) que te va a servir perfectamente para preparar las más ricas comidas para una o dos personas. Todo ese espacio de guardado que ganes te va a mejorar enormemente tu día a día.
3. Pensá si alguna de las cosas que solés guardar en la cocina pueden trasladarse a algún otro ambiente.
Los resultados de esto pueden dar soluciones cancherísimas: Podés armar un vajillero y trasladar tu vajilla y mantelería al comedor (lo cual es muy práctico a la hora de poner la mesa). Podés armar también allí todo tu kit de desayuno (tostadora, cafetera, alacena con pan, cereales y demás) o hasta armarte una sección de bebidas. Cualquiera de estas 3 acciones (o las 3 juntas) te va a liberar muchísimo espacio (y mesada) en tu pequeña cocina.
4. Priorizá el lugar de guardado.
Ya sea con puertas, cajones o con estantes, es fundamental que pienses dónde vas a ubicar cada cosa que listaste en el punto 1. Podés optar por muebles que te permitan ver lo que guardás (estantes o puertas vidriadas) o muebles que oculten lo que está detrás (cajones o puertas ciegas). Te recomiendo que sea cual sea tu caso contemples sí o sí espacios ciegos; porque muchas veces nos tentamos con el “todo a la vista” y seamos realistas, no todo lo que tenemos en nuestras casas es digno de ser exhibido.😆
Por otro lado, si sos muy detallista, te gusta tener vajilla linda, frascos siempre llenos y ordenados y hasta cuadros en tu cocina, dejá previstos estantes suficientes para colocar todo y poder verlo a diario.
5. Diseñá tus muebles de forma práctica.
Si tenés que elegir entre cajones o estantes con puertas te voy a recomendar siempre cajones. Sí, puede ser algo más costoso al principio, pero los cajones te van a permitir acceder muchiiiisimo más fácil a lo que sea que vayas a guardar. Contemplá una altura de entre 12 y 15cm para cubiertos, 25-30cm para ollas, vajilla y manteles y una mínima de 30cm para electrodomésticos (licuadora, batidora, etc.)
6. Mucha superficie de apoyo.
Si cumpliste con los primeros puntos de este posteo y organizaste todas tus pertenencias en espacios dedicados especialmente a ellas ya tenés el 50% del trabajo hecho: tu mesada va a estar despejada de horribles dispensers de agua y microondas solitarios 👏🏻👏🏻👏🏻.
Dicho esto te recomiendo que a la hora de diseñar tu mesada priorices su tamaño y forma: cuánto más sencilla y grande sea mejor.
Además intentá generar superficies grandes entre artefacto y artefacto (principalmente entre bacha y anafe) para que te sea realmente cómodo el momento de preparación de tus comidas (que es lo que más suciedad genera y espacio necesita). Otro punto donde vas a necesitar espacio es al lado de la heladera: tanto para ir sacando la comida que vas a preparar como para organizarla cuando volviste cargada de cosas del super.
7. Conectala con el exterior o con algún otro espacio de la casa.
Esto no tiene que ver con lo funcional en sí, sino con intentar darle más sensación de amplitud y luminosidad. Una cocina integrada al comedor te va a dar un aire mucho más fresco que una independiente. Lo mismo si podés captar más luz desde el exterior a través de una ventana o ventanal más amplio.
8. DI - VER - TI - TE
Intentá no guiarte por discursos prefabricados como “cocina chica – colores claros”, porque para mi, lo importante es que pienses en colores y materiales que te representen a vos y te hagan feliz.
Te recomiendo que uses un material como punto de partida y que los demás sigan esa decisión. Podés empezar por ese piso calcáreo que soñás y te recuerda a la casa de tu abuela donde pasaste todos los domingos de tu infancia; o por esa mesada que desde que la viste en la revista Living no podés sacar de tu mente.
Sea cual sea tu decisión, si te hace sentido a vos, va a estar bien.
Que tengas una hermosa semana ❤
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