Los dormitorios para chicos son de los espacios que más me divierte diseñar. Es un mundo sin límites, donde los pocos metros o los armados no tan convencionales se transforman en puntos de oportunidad para no solo diseñar ambientes prácticos y funcionales, sino que también alimenten el espiritu aventurero de los más pequeños.
Es un tema del que hablaría por horas ¡y que me cuesta mucho resumir! Pero voy a hacer el esfuerzo y darte hoy 5 tips para que puedas diseñar con soltura el espacio para tus hijos:
Que los ambientes poco convencionales o de pocos metros no te limiten.
Te doy la primera buena noticia: los chicos no tienen pre-conceptos, y hasta les abuerren los espacios convencionales, así que si estás con preocupación porque tenés un espacio donde ni siquiera entra un alfiler o donde no sabés cómo vas a ubicar una cama, ¡tranquila/o!, definitivamente esto NO es un problema.
Simplemente dejá de pensarlo como si fuera un dormitorio clásico, porque realmente las cosas no van a entrar y no te va a resultar para nada cómodo o armónico.
Intentá buscar soluciones creativas a las dificultadas que te van apareciendo en el espacio: ¿es chico? Elevá la cama, aprovechá el espacio debajo como para jugar, o como armario y armá una palestra o una escalera oculta para que puedan subir. ¿Tenés algún desnivel? Aprovechalo para diseñar un pelotero o un espacio de guardado de juguetes. ¿Tenés vigas que atraviesan el espacio? Colgale una hamaca. ¿Tenés diagonales? Armá un sistema de muebles que tomen las diagonales que le puedan ir sirviendo de espacios de juego.
Te prometo que lo van a amar.
Que tampoco te limite tu presupuesto
Te doy la segunda buena noticia... ¡los chicos no necesitan mucho! Somos más los adultos que ellos los que queremos llenar cada rincón y que el espacio quede igual al que vimos en Pinterest.
Priorizá el espacio libre en el piso para que puedan jugar. No van a necesitar nada más que una superficie cómoda y cálida; te recomiento pisos de madera y, de no ser posible una buena alfombra donde puedan pasar horas descalzos.
Elegí pisos, revestimientos, y muebles neutros y atemporales (de forma que no tengas que cambiarlos en 5 años) y jugátela con motivos y colores en los textiles (frazada, almohadones, cestos de tela, empapelados, etc.) que son los items que muy probablemente requieran de por sí un cambio en el mediano plazo.
Tus hijos son los protagonistas
Si diseñás un dormitorio con muebles con medidas para adultos, lo más probable es que los chicos necesiten de tu ayuda constante para cada tarea que quieran hacer: jugar, leer, vestirse, irse a dormir. Si, en cambio, los muebles están pensados para sus pequeños cuerpos, van a, de a poquito, ir pudiendo llevar adelante ellos mismos cada actividad.
Pensá en camas a las que puedan subir solitos, cestos donde puedan encontrar ellos mismos sus peluches, armarios bajos de los que puedan elegir ellos mismos qué ponerse (¡qué peligroso! ¿no?).
Esto no solo transforma los momentos de quehaceres diarios en rituales de juego, sino que fomenta su independencia y los ayuda a ganar confianza frente al mundo.
¡Y además vas a poder enseñarles a ordenar solitos! Win-Win.
Es un dormitorio; no solo un espacio de juego.
Suele pasar que, por querer fabricarles un mini parque de diversiones, nos olvidamos que es también el espacio donde van a tener que poder conciliar el sueño.
Lo que te recomiendo acá es que pienses el dormitorio como si fuera una obra de teatro con “escenas”: La escena del juego tiene que tener los juguetes a la vista, de fácil acceso, pero tiene que existir tmb la posibilidad de ocultarlos al momento de dormir.
Intentá que el espacio que se vea desde la cama los relaje: que no queden muchos juguetes a su alcance, y que los colores del sector “dormir” sean lo más neutros posibles. Si te gusta leerles un cuento antes de dormir dejá preparado un espacio desde donde ellos mismos puedan hacer su selección de “las buenas noches” sin tener que salir de la cama y elegite un lindo velador de lectura que te permita generar un atmosfera bella y cálida para todos.
Pensá también en el mediano plazo
Si tenés un hijo pero ya con el plan de que la familia siga creciendo, intentá pensar en cómo se podría modificar ese mismo dormitorio en unos años con la menor cantidad de recursos ($). ¡Calma! No estoy hablando de ya preparar una habitaición para dos, pero sí de contemplar cierta flexibilidad en el armado para que no tengas que volver a empezar de cero: Podés pensar en muebles flexibles o en espacios vacantes donde puedas a futuro incorporar otra cama, o en muebles modulados que te permitan aumentar el espacio de guardado sin que parezca un "agregado".
Recordá, cada chico es diferente y con la edad te vas a ir dando cuenta del tipo de espacio que van a ir necesitando según las actividades que disfruten de hacer.
Diseñar un dormitorio para niños es más que crear un espacio de juego, es construir un ambiente donde puedan crecer y soñar.
¡Que la creatividad sea tu mejor aliada!
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